Incremento de la digitalización de las farmacias
Desde hace unos años la presencia digital de las farmacias españolas ha ido incrementándose poco a poco, aunque aún estamos lejos de otros sectores tanto del ámbito sanitario (clínicas dentales, medicina estética, dermatología, etc.) como del comercio de proximidad.
La farmacia es un establecimiento que aúna el aspecto sanitario y el comercial, y que resulta bastante tradicional en su mayoría.
Nuestro sector casi podría definirse como pionero en la utilización de tecnología al servicio del paciente, quizás no seamos conscientes pero hace ya muchos años que la mayoría de las farmacias están informatizadas, muchas utilizan robots dispensadores de medicamentos, se aprovecha la tecnología en servicios como la determinación de parámetros biológicos (glucosa, colesterol, etc.) mediante técnicas de química seca, la preparación de SPD’s de manera automática o semiautomática, … Sin embargo, no hemos ido tan adelantados, en la mayoría de los casos, en lo que respecta a utilizar las oportunidades que brinda la tecnología, en la comunicación y el contacto con nuestros usuarios.
Me gusta pensar que el contacto diario, la comunicación, el consejo y la escucha al paciente/cliente es uno de nuestros puntos fuertes, y hemos tenido la suerte de que las circunstancias seguían favoreciendo que ese contacto se produjese de manera presencial, de modo que no hemos sentido (algunos sí) la necesidad de contar con otras formas de comunicación y acceso a nuestros usuarios. Nos hemos escudado además, en muchas ocasiones, en que nuestro usuario principal, población de mediana edad, y mayores, no está acostumbrado al uso de las TIC’s.
Cierto que hay un buen número de farmacias con presencia en redes sociales, especialmente Instagram y Facebook. Un número que además se incrementa cada día y con unos perfiles variados que permiten adaptarse a diferentes grupos poblacionales. Pero son pocas aún aquellas en las que esa presencia en redes genera una auténtica conversación, una verdadera comunicación con sus clientes.
Y llega el mes de marzo del 2020. Y un virus cambia por completo nuestro panorama.
Aunque los pacientes pueden acudir a las farmacias a por sus tratamientos, al ser, como no podía ser de otro modo, uno de los sectores considerados esenciales, la realidad es que muchos prefieren no salir de casa durante la cuarentena y si lo hacen es solo por lo más imprescindible.
Las farmacias se encontraban en ese momento con que les faltaba una vía de comunicación a distancia, directa y sencilla, con los clientes. Una forma fluida de seguir ofreciendo el consejo, el apoyo y la atención farmacéutica.
Los usuarios se han visto obligados a digitalizarse durante estos meses de pandemia, y esta realidad, aunque a algunos no les guste, continuará una vez hayamos superado la crisis sanitaria. Seguramente incluso se vea incrementada.
La farmacia no puede dejar pasar este tren. Si no somos nosotros los que acompañemos al paciente en sus dudas sobre salud y bienestar, vendrán otros a hacerlo en nuestro lugar.
Evidentemente, no todas las farmacias son iguales, no todas tienen las mismas necesidades, ni sus clientes les demandan el mismo tipo de atención. Pero, antes o después, todas debemos ser capaces de establecer una estrategia de comunicación digital y global con nuestros usuarios.