Nutricosmética para la piel y para la salud.
Hablar de nutricosmética va, hoy día, más allá de la belleza. Ana Fernández, o Anita Farma, farmacéutica máster en atención farmaceutica en dermatología, experta en formulación magistral y divulgadora desde su plataforma en las redes sociales, nos habló acerca de las oportunidades que nos ofrece esta categoría desde nuestro chéster rojo, situado en nuestro stand durante la pasada edición de Infarma.
La nutricosmética incluye todos los suplementos alimenticios destinados a mejorar la salud y la belleza de nuestra piel, cabello y uñas. Aunque es un concepto que se empezó a trabajar hace ya más de 30 años, especialmente centrado en problemáticas capilares, en la actualidad ya nadie duda su relevancia como complemento para la piel. Tal como comenta Anita Farma en el inicio de su entrevista, en el marco de los ENCUENTROS Reig Jofre, “La palabra nutricosmética es trending topic en internet. La esperanza de vida es cada vez mayor y queremos cuidarnos más”. Esa ayuda extra, sumado a unos hábitos de vida saludables, nos permite mejorar nuestro aspecto físico y retrasar el envejecimiento natural.
Anita Farma entiende el cuidado desde un punto de vista global. Los nutricosméticos no vienen a sustituir los cuidados cosméticos, sino a aportar desde el interior aquellos nutrientes que, por nuestro estilo de vida, nuestro organismo demanda. Por otra parte, cada nutricosmético ejerce una acción global, más allá de la belleza. “Cada vez es más frecuente que nos soliciten productos para frenar el envejecimiento, aportar firmeza, luminosidad… pero también para mantener la piel sana, mejorar problemas de alergias, eritema solar, restaurar la función barrera cuando está alterada…”.
Para la farmacéutica, lucir una piel sana y bonita depende de múltiples factores. “Es importante descansar bien, hidratarse, disfrutar de una alimentación saludable, de cuidados dermocosméticos exteriores y de la nutricosmética como ayuda desde nuestro interior”. Del mismo modo, la piel es el reflejo de nuestras emociones, por lo que otros factores, como el estrés, pueden reflejarse en la calidad de la piel. “En este sentido, un suplemento adaptógeno puede no estar orientado a la belleza de la piel, pero sí que se refleja nuestro equilibrio emocional en nuestro aspecto físico. Se trata de trabajar de una forma global con nuestros pacientes.”
Finalmente, Anita Farma incidió en las oportunidades que ofrece trabajar la categoría en la oficina de farmacia y en su potencial de crecimiento, ya que los nutricosméticos se pueden recomendar a prácticamente toda la población. “Podemos ofrecer nutricosmética tanto al cliente beauty que quiere cuidarse para envejecer con elegancia, como a clientes con patologías leves o moderadas en la piel o anejos: caída o falta de densidad capilar, psoriasis, atopía, acné, uñas frágiles, daño actínico… El intervalo de edades es cada vez más amplio: comienzan más jóvenes y lo mantienen hasta edades más avanzadas.”
