INTRODUCCIÓN:
¿Sabías que la frecuencia con la que una mujer experimenta molestias vaginales es 12 veces más frecuente que un resfriado, y que pocas mujeres dan importancia al cuidado de su vagina?
La vagina, es el órgano del aparato genital femenino, formado por un conducto fibromuscular recubierto por membranas mucosas, cuya función es la de mantener la humedad (moco cervical) y la acidez (pH) protegiéndola frente a posibles infecciones.
Sus funciones fisiológicas son:
- La copula (relaciones sexuales).
- Permitir el paso del feto desde el útero al exterior.
- Salida del flujo menstrual y otras secreciones.
Nuestra vagina, en su mucosa, contiene unas bacterias llamadas lactobacilos, y deben estar en un entorno con pH ácido. La barrera de bacterias que actúa como protección frente a las infecciones se conoce como microbiota vaginal (antes flora vaginal).
Más de 100 «familias» bacterianas aeróbicas y anaeróbicas componen la microbiota vaginal, los lactobacilos, también llamados Bacilos de Döderlein, producen ácido láctico, manteniendo un pH vaginal “ácido”, creando un entorno hostil para los microorganismos patógenos.
Otros microorganismos son las bifidobacterias (B.bifidum, B.breve, B.adolescentis y B.longum), además de otras especies bacterianas microaerófilas o anaeróbicas estrictas (Gardnerella vaginalis, Mycoplasma hominis, Prevotella spp…
SOBRE CATEGORÍA:
El pH vaginal, varía en las mujeres a lo largo de su vida e incluso de forma transitoria en cada menstruación, y en muchos casos esta alteración del pH hace que la vagina esté expuesta a desencadenar la aparición de molestias e infecciones:
- Sequedad: con disminución del fluido/moco que lubrica la vagina y la vulva, con irritación, escozor y picor vaginal y/o vulvar. Reducción de lubricación durante las relaciones sexuales lo que puede causar dispareunia (dolor en el coito), perdida de elasticidad.
- Vaginosis bacteriana o vaginitis candidiásica: Infección e inflamación de la mucosa vaginal.
¿Qué factores más comunes pueden modificar la microbiota vaginal?
- Factores exógenos:
- Actividad sexual
- Uso de antibióticos
- Uso de jabones u otros cosméticos con pH no adecuado. Duchas vaginales
- DIU
- Intervenciones ginecológicas.
- Factores endógenos:
- Menstruación
- Variación de niveles hormonales: menopausia, tratamiento con AO.
- Inmunidad local y sistémica
- Enfermedades sistémicas
- Cofactor: Tabaco.
CONSEJO FARMACÉUTICO Y TRATAMIENTO:
El 75% de las mujeres de las mujeres experimentan un episodio de vulvovaginitis sintomática a lo largo de su vida y el 40- 50%, al menos, un segundo, por lo que desde la farmacia comunitaria debemos dar una atención farmacéutica integral para tratar la infección y restaurar la microbiota evitando así las recurrencias.
Una afectación vaginal puede suponer un determinante en la percepción del bienestar y en la calidad de vida de la mujer.
¿Cómo equilibrar la microbiota vaginal?
Evitar los factores desencadenantes, exógenos y endógenos y además del tratamiento devolver la homeostasis al ecosistema vaginal con la administración de probióticos oral y/o vaginal.
Numerosos estudios muestran que los probióticos del género lactobacillus: L. crispatus, L. salivarius, L. rhamnosus, L. acidophilus, L. fermentum y L. gasseri tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas y podrían ser de gran utilidad en la prevención y tratamiento de infecciones vaginales y sus recurrencias.
Estos microorganismos secretan unas sustancias inhibidoras y reducen la accesibilidad de los patógenos a los receptores celulares => bloqueo de la colonización del entorno vaginal.
Tomar, por ejemplo, Lactobacillus fermentum y Lactobacillus gasseri vía oral mejora los parámetros vaginales en las mujeres que tienen una microbiota vaginal desequilibrada, produciendo una bajada del pH vaginal, un aumento de Lactobacillus y una reducción de otras bacterias patógenas.
Otros estudios muestran que la toma de L. crispatus, L. salivarius, L. rhamnosus, L. gasseri y L. acidophilus por vía vaginal u oral, en paralelo o después de una antibioterapia, mejoran el tratamiento reduciendo los riesgos de recidivas de las vaginosis/vaginitis bacterianas.
CONCLUSIÓN
Por lo que está demostrado que los probióticos SI funcionan, pero es importante que el probiótico tenga la cepa que esté indicada en caso de afecciones uro-genitales: vaginosis, vaginitis, vulvitis, molestias urinarias, y recidivas o en la prevención de candidiasis genitales y recidivas.
¿Qué condiciones debe cumplir?
- Adherencia a las células epiteliales vaginales.
- Capacidad de resistencia en la vagina y al pH del estómago
- Producción de ácido láctico
- Producción de bacteriocinas
- Ausencia de efectos secundarios.
Bibliografía
- STRUS, M. et al. Studies on the effects of probiotic Lactobacillus mixture given orally on vaginal and rectal colonization and on parameters of vaginal health in women with intermediate vaginal flora. Eur. J. Obstet. Gynecol. Reprod. Biol. 163, 210–215 (2012).
- WiTkiN, S. The vaginal microbiome, vaginal anti-microbial defence mechanisms and the clinical challenge of reducing infection-related preterm birth.BJOG int. J. Obstet. Gynaecol. 122, 213–218 (2015).
